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Libros japoneses

«El gato que amaba los libros»: reseña y frases del libro de Sosuke Natsukawa

abril 28, 2022
el gato que amaba los libros sinopsis

Digamos que el algoritmo de cierta librería online me conoce muy bien y en cuanto salió a la venta este libro apareció en mi lista de «recomendados».

Porque, obviamente, para captarme solo necesitan dos cosas: gatos y libros.

Sin embargo, en este caso he de decir que el libro no era exactamente lo que me esperaba (¿expectativas muy altas?). Pero, como todo, tiene sus puntos interesantes y quizás a ti te encante.

Al fin y al cabo, todos somos distintos y lo que a mí no me ha llegado, a lo mejor, a ti te toca la fibra sensible.

Más allá de eso, si quieres saber de qué trata «El gato que amaba los libros», sigue leyendo porque te lo cuento todo. Y, al final, te doy mi opinión.

¿Listo?

Vamos allá. 😉

Índice

👉 «El gato que amaba los libros»: sinopsis general del libro

Empecemos con un pequeño resumen.

el gato que amaba los libros

Este libro cuenta la historia de Rintaro, un adolescente introvertido y tímido, que ama los libros.

Los ama tanto, que no le interesa para nada el mundo exterior y prefiere pasarse el día encerrado en la librería de segunda mano de su abuelo. Sin embargo, con su muerte, Rintaro se queda completamente solo en el mundo (a excepción de una tía muy simpática que apenas sabía de su existencia).

A partir de ahí, se encierra más aún en su pequeña librería.

Y así, deja de ir a la escuela, y pasa los días en un estado que roza la depresión.

Se aísla más aún.

Pero entonces, entra en su vida Tora, un ingenioso gato parlante que le encomendará una misión que solo él puede cumplir: salvar los libros que se encuentran en peligro.

¿Salvarlos? ¿De qué? ¿Cómo?

Te cuento más en el análisis. Pero, para que te vayas haciendo una idea, te recomiendo que eches un vistazo al booktrailer.

👉 Mi análisis del libro «El gato que amaba los libros»: ¿qué vas a encontrar?

Cada capítulo de esta historia se centra en un «laberinto».

Esto es: las distintas «misiones» que Rintaro tendrá que afrontar junto a Tora y, en ocasiones, también con Sayo, una compañera de clase con la que empieza a entablar amistad. En cada uno de esos laberintos el protagonista es transportado a escenarios que parecen sacados de un sueño.

Y no lo digo porque sean situaciones idílicas, sino porque todo lo que sucede resulta tan irreal como en el mundo onírico.

Así que aquí ya vemos uno de los recursos que a nuestros queridos autores japoneses más les gusta tocar en sus libros: la ambigüedad entre lo real y lo imaginario.

➡️ Los laberintos metafóricos que muestran la realidad de los libros hoy en día

En cada uno de los laberintos, nos encontramos con un personaje concreto que «maltrata» de alguna forma a los libros.

Y es que, el autor nos va mostrando por qué los libros están perdiendo poder en la actualidad a medida que el mundo va cambiando. Así que, en cierta manera, se trata de una crítica a la sociedad a través de su relación con los libros.

1. El que lee mucho solo por el estatus (o el «postureo» de leer)

En un primer laberinto nos encontramos con un extraño personaje que «encierra» a los libros. Es decir, se dedica a leer cuantos más libros mejor. Y luego, los acumula en estanterías donde los libros permanecen bajo llave y nunca vuelven a ser leídos.

«- Es más valioso quien ha leído diez mil que quien ha leído mil. Habiendo tantos libros, releer uno sería una pérdida de tiempo. ¿Lo entiendes?»

Aquí, el autor toca el tema de las personas que leen, no tanto por amor a los libros, sino para ser considerados más intelectuales y ganarse así el respeto de la sociedad.

Rintaro tendrá que desarmar el argumento de este primer individuo.

Y lo hará con el amor que su abuelo le ha inculcado por los libros.

2. El que sintetiza los libros

El personaje del segundo laberinto se dedica a «recortar» libros.

Está convencido de que de esta forma le hace un servicio a la sociedad. Y es que, las personas quieren leer libros, pero no tienen tiempo. De esta forma, este erudito consigue que cualquiera pueda leerse un clásico en apenas unos minutos.

En este segundo laberinto, reflexionamos sobre la falta de tiempo para uno mismo y, en este caso, para disfrutar de la lectura.

Vivimos rápido, y no tenemos tiempo para nada.

Las personas lo queremos todo instantáneo: la comida rápida, la información condensada, y, al leer también, mientras más resumido, mejor.

Pero todo esto… ¿A cambio de qué?

«Perderse muchas cosas de la vida por ir demasiado deprisa es propio del ser humano».

3. El que vende los libros que el público quiere

«- Sabes bien qué libros demandan la mayoría de los lectores, ¿no? Cosas sencillas, baratas y estimulantes. Lo único que podemos hacer es adaptarnos a los libros que nos piden».

Esto es algo que también abunda hoy en día: tiradas y tiradas de libros que salen al mercado. Muchas veces, de dudosa calidad. Porque ha llegado un punto en el que la calidad no importa tanto. Lo más importante es que el libro se venda.

el gato que amaba los libros critica

Sí, se podría decir que es una pequeña crítica a la «lectura comercial».

¿Qué argumentos utilizará Rintaro contra este negocio de los libros?

4. Entonces… ¿No será que los libros están perdiendo su alma?

Hay un cuarto personaje que hace su aparición y que, nuevamente, hace que Rintaro se cuestione todo lo que había conseguido hasta el momento.

Y es que, a base de maltratar a los libros… ¿Es posible que estén perdiendo su poder?

«-Por insignificante que sea, un cambio es un cambio».

➡️ El «hikikomori» que se va descubriendo a sí mismo

Esos eran los laberintos y los distintos temas que nos planteaban.

Pero en lo que tiene que ver con el personaje principal, también hay algunos puntos que se resaltan y a los que el autor da visibilidad.

En todo momento, Rintaro se autodesigna como un «hikikomori«.

Si conoces un poco de la cultura nipona, seguramente tendrás conciencia de este fenómeno. Es bastante común entre los jóvenes de Japón y, que por desgracia, en muchas ocasiones desemboca en depresión y suicidio.

Un hikikomori es una persona que por decisión propia se aleja de la sociedad y se aísla completamente.

Aunque antes de morir su abuelo, Rintaro ya aborrecía el ir al colegio y mezclarse con la gente, al menos seguía yendo por exigencia de su abuelo. Pero, tras su muerte, dejó de hacerlo, y se fue aislando cada vez más de todo lo que tuviera que ver con la vida exterior.

Pero, gracias a la llegada de Tora, a los laberintos y a su amistad con Sayo, su vida empieza a cambiar poco a poco.

➡️ Una oda al placer de leer y un mensaje optimista final

A lo largo del libro, se habla de lo maravilloso que es leer sin prisa, y degustando cada una de las frases.

De hecho, hay un momento en que se compara leer un libro con subir una montaña.

«-Leer no es tan solo disfrutar y emocionarse. En ocasiones hay que ir línea a línea, releer repetidas veces las mismas frases, y avanzar despacio y con esfuerzo para comprender lo escrito. […] Del mismo modo que, tras un larguísimo sendero, las vistas se abren al llegar a la cima».

Sin lugar a dudas, consigue que los que somos lectores empedernidos nos sintamos identificados. 🙂

👉 Mi opinión de «El gato que amaba los libros»: lo que más me ha gustado y lo que menos

Llega el momento de empaparme un poquito y dar mi opinión.

Sinceramente, me esperaba otra cosa. Una historia algo más original, o personajes más carismáticos. Pero, aunque empecé a leerlo con muchas ganas, ni me sorprendió la historia, ni me emocionó especialmente la prosa.

Pero aun así, la historia es bonita. A mí me ha recordado a los cuentos de antaño. Y, como dije al principio, quizás a ti te encanta.

👍 Lo que más me ha gustado:

  • Un bonito guiño a la literatura: hace alusión a muchos clásicos tanto orientales como occidentales.
  • Te hace reflexionar: sobre el valor de los libros y la situación por la que están pasando en la actualidad. Y, ya de paso, también sobre el estilo de vida que llevamos.

👎 Lo que menos:

  • Poca profundidad: los personajes podrían haberse desarrollado más. En lugar de eso me dio la sensación de quedarme con una imagen un poco superficial e infantil de los mismos.
  • Simplona: hay historias simples que dicen mucho. De hecho, las prefiero. Pero a mí esta no me transmitió tanto. Por momentos, se volvía predecible.

Y si no lo has leído… ¿Estás pensando en leerlo?

Me encantará conocer tu opinión de «El gato que amaba los libros». Así que no te cortes y comparte con todos tus impresiones del libro. 😉

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